lunes, 1 de marzo de 2010

Caperucita roja y los grises


La conexión de ideas entre la experiencia depositada en la memoria y lo que percibimos a tiempo real
es el juego más vivo y barato que existe. La niña a coscoletas (a hombros en andaluz) tan roja, en la Puerta de la Plaza Mayor rodeada de mayores, se apoderaba de todo el protagonismo y del color, igual que la niña del abrigo rojo que puso Spielberg en la lista de Schlinder para encogernos el páncreas.

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