domingo, 28 de febrero de 2010

Cutis arenisco

Subiendo por Embajadores hacia Cascorro, me topo con una impactante técnica mixta de los accidentes fortuitos de la fachada y pintura. No sé si es un Jonás mozo, tragado por un arenque amarillo y algo punk, o un chaval disfrazado de contenedor de reciclaje, o dos seres que, conociendo que el pez grande se come al chico, por sus caras no están seguros al 100% de quién es el chico. Sea lo que sea me gusta y ese cara piedra me resulta familiar.

3 comentarios:

  1. ¿No será un niño con verdugo? No de los que matan para vivir (¡qué paradoja!), sino de los que usaban nuestras madres para torturarnos en días de frío, "no vayas a coger frío en la garganta". No sé si eran peores los de lana, que picaban, o los sintéticos que daban chispazo de tanto frotar...

    ResponderEliminar
  2. El pez grande se come al chico, y así el pobre al rico

    ResponderEliminar
  3. Y el cerdo se coge, se le da piñones, castañas y bellotas y nos da jamones...¿pero a dónde vamos con esta merienda de negros?

    ResponderEliminar