martes, 16 de febrero de 2010

Adelante hombre del Ferrari

La misión en Barcelona 2010 consistía en que el último 40tón de los amigotes se diese una vuelta en Ferrari por el circuito del Monte del Melón, como decía un taxista catalán resentido del català, la política, la sociedad y del siglo XXI en general, que nos llevó a unos cuantos (de los 11 que eramos) y que nos hizo reir no poco con su verborrea incontenible.
A mi los coches me importan un pimiento, pero el rojo de aquellos no era ningún pimiento, el ruido de sus 490 caballos atraviesan cualquier piel de elefante hasta el corazón y el Cavallino Rampante no es un pollino de aldea.

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