jueves, 1 de septiembre de 2011

Presunto implicado

Para empezar bien el mes salgo a tomar el pulso a Madrid y lo encuentro bastante convulso en esta tarde de revulsiones políticas. Me topo con un compañero de camareta laboral que me anuncia que se cuecen palos, viendo que está de llover, que el perro me mira mal y considerando mi alergia a los golpes, considero razonable e incluso muy acertado, retirarme a plasmar estas reflexiones.

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