Con la cabeza centrifugando la idea machacona de que nos vamos económicamente a pique y viendo que esto no tiene pinta de mejorar en la era cristiana, decido ir adaptándome al punto de vista de los caracoles arrastrándose por el suelo y la verdad es que aunque más me gustaría ser águila, la ciudad también tiene su punto desde aquí abajo.
CON EL DISCURSO NEGATIVO QUE ESCRIBES (A LO INTERECONOMÍA) Y LA IMAGEN QUE NOS PRESENTAS , YA SÓLO FALTA EL VERTE ENGANCHADO A LO "SEGURA"DEL LETRERO DE SCHWEPPES
ResponderEliminarPues sí, yo también pienso en el José Mª, "luciferino y de Carabanchel", que se descolgaba del letrero en el Día de la Bestia. Más que pesimista por la crisis a aquél se le veía descojonado
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