martes, 25 de enero de 2011

Habemus Tabacum

Está saliendo una fumata bianca del cenicero urbano que no se la salta Juan XXIII. Mientras intento una foto bonita el aire sopla para todos lados, me da por cantar aquello de "Por el humo se sabe donde esta el fuego, del humo del cariño nacen los celos..."  y es cuando el aire decide dirigirse hacia mi boca y me lo fumo de golpe. Una señora que pasa: "oiga, cuando acabe la fotito, apague eso que se va a liar la de Dios". -Ya voy señora (¡cof, cof!)

4 comentarios:

  1. Me gusta la fumata ...
    Y sobre la señora, ya sabes que tienes un don especial con ciertas féminas níveas... Ese libro no te enteras... Ni de apagar la fogata !!!!

    La new PL !!!!!!!

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  2. Está la calle llena de fumadores repudiados de los garitos pero como hace rasca se vueven a las madrigueras con prisas y organizan esas hogueras. La bombera espontánea, muy maja, se fue como con ganas de darme un pescozón a lo madre reprensora.

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  3. Pero bueno... ¿¡por qué no lo apaga ella!? Tampoco parece que hubiera que agarrar la manguera a dos manos ¿no? (y quiero decir solo eso, 'man-gue-ra') ¿Qué hiciste, por cierto? (No valen chistes de mangueras).

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  4. Latixer, entré en el bar de enfrente y con cara de pasar mi tarjeta de puntos (sólo tú sabes qué cara es esa) pedí un vaso de agua para sofocar el incendio.

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