sábado, 24 de abril de 2010

Pájaros a la vista



Es una de esas tardes con sonido de pájaros anticipo de verano que se cuelan en abril como un anuncio de una película de estreno (próximamente en esta sala) que te ponía los dientes largos antes de proyectar la que tú habías pagado. Ando con muchos pájaros en la cabeza y con ideas tormentosas, que no tormenta de ideas, y el caso es que cada vez que levanto la mirada del suelo me encuentro con un pajarraco: primero una cigüeña en la fachada con la tontería esa de que traen los niños de París (siempre me pareció una memez). Después el perdedor que ha extraviado a la periquita Lolita, ¿qué se puede decir que no se le ocurra a cualquiera que lea ésto y que no pertenezca al ramo de criadores de periquitas?. Menos mal que en un último intento de remontar el vuelo de mis expectativas me topo con un nido de águilas en lo más alto de un pequeño edificio que hace chaflán entre Quintiliano y Luis Cabrera.



4 comentarios:

  1. Antes los niños venían de París y ahora son ellos los que van a París - a Dysneyland claro-.

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  2. Nunca digas de este agua no beberé y este cura no es mi padre pero me pone los pelos de punta pensar la de gente que va a París y se come ese marróndisney.
    http://www.paris-26-gigapixels.com/index-en.html

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  3. No sé si lo pillo bien... el de la periquita estaba buscando a su novia, ¿no?

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  4. ¡Qué va!, si el cartel decía que el bicharraco no sabía apenas volar y que andaría a saltos por ahí.

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