miércoles, 14 de abril de 2010

Inocentes paranoias


Cuando paso por delante del anuncio de este negocio de medias, en quiebra ya hace tiempo, me da la sensación de que la chica me sigue con la mirada (asustada como si le fuera a robar el bolso que no lleva) hasta que me pierde de vista. Salvando las distancias, es como aquellos siniestros santos y vírgenes que abrían y cerraban los ojos según el ángulo desde el que mirabas.

3 comentarios:

  1. Perdona, Richi, pero esta moza ni es virgen ni te sigue a ningún sitio. Lo sentimos, siga probando.

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  2. Ya, como aquello que salía al final de la partida de PacMan "Game over. Insert coin"

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  3. Pues como reclamo de un buen aceite virgen extra tumbaría a la de Carbonell, sería una manera de colocarla y salir del paro forzoso.

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