martes, 13 de octubre de 2009

Citior, altior, fortior

Las torres de Madrid

tienen para mi el efecto mágico de que cuanto más te alejas más impresionan y cuando estás al pie te viene un chulesco "pues no para tanto". Como cuando las hermanas Larrea invocaban horrorizadas ¡Jesús, María y José! y el tío Luis respondía con: Psss..., Creo que no eran de Areta.

El caso es que intentaba el otro día buscar un ángulo, con mi humilde objetivo y mi no menos humilde técnica, que sobrecogiera por su dimesión.

La verdad es que lo que sí me sobresaltó un poco es el grupo que casi me pasa por la tripa cuando se abrió el semáforo.

Desde el suelo parecían
los 8 Magníficos

(5 magníficas y 3 magníficos que hoy día hay que especificar al detalle)

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