El único árbol del jardín que tiene un cenicero al pie: un Arce.
Ya lo decía mi padre que era otro Arce de buena madera:
Renunciará antes al sol
que a su tabaco un español.
Su tabaco es su desidia,
digna, por cierto, de envidia.
Fuma, remolonea y dice:
¡qué importa!
si la vida es tan corta,
y no le falta razón.
Ruede como quiera el carro,
¡Venga un cigarro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario