Mi hermano mayor, que no es que sea el tipo que sepa estar en el sitio indicado en el momento oportuno, sino que sabe encontrar la oportunidad allí donde está y puede pasar desapercibida al resto, me prestó esta foto de la
perfecta relación de simbiosis entre el escaparate y la calle, el reflejo viste a la calle desde la tienda con el impresionate diseño que muestra y la calle, agradecida, le devuelve a la tela un sinfín de elementos que el creador no podría haber conjugado con tanta armonía.
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