jueves, 10 de febrero de 2011

¡Una prohibición!, ¡A por ella!

Abundan las paredes alrededor pero sólo en ésta existe la posibilidad de transgredir la norma...pues aunque no llueve hace tiempo, el autor, consigue mojar la bola en algún lado para dejar constancia de que él juega al balón contra la pared cuando le da la gana.

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