lunes, 21 de febrero de 2011

Constatar contrastes contrastados

Subiendo la Cuesta de Moyano nuestra de cada día, me encuentro a este vivacman de diario al que el Ayuntamiento, amablemente, le ha colocado una raspa de pescado de forja en el respiradero del metro sobre el que se tumban para aprovechar el airecillo calentorro. A última hora del día me topo con el anuncio de abajo.

4 comentarios:

  1. No, llegaba tarde a currar y sólo le he sacado la retaguardia y a la piba Pikolín sólo le ha pagado esta posición

    ResponderEliminar
  2. Parece que tu amiga ha sobrevivido a una descarga de metralleta. Si es que no hay nada como ser pibón.

    ResponderEliminar
  3. Sí que parece la Puerta de Alcalá post Guerra Civil. En realidad deben ser los puntos de descanso de la gente perfecta

    ResponderEliminar