El frío persiste en Madrid y la fuente de Atocha atrapa en el hielo los colores del otoño tardío. Más frío me produce enterarme de que ha muerto D. Francisco Torrent, mi profesor de latín del colegio que mencionaba hace poco. Yo fui más un "ejemplar" de alumno que un alumno ejemplar, pero de todos los maestros de los que no estuve a la altura, éste es al que más recuerdo y en el que más me apoyo para contar cosas aderezadas con latines con errores. Gracias Torrent, ojalá estés ya con Cicerón arrancando una conversación con tu"Salutem plurimam tibi dico".
No cabe esperar otra reacción cuando recibes una noticia así, Pero cada otoño esconde una próxima primavera y toda una vida por delante. Con este pequeño homenaje a través de un ejemplo de foto, no dudo que hoy te considerara su alumno ejemplar.
ResponderEliminarInma.
Bueno..años después de acabar el cole hasta que nombré al amigo José Manuel Esteban, no conseguí que papá-Torrent diera un empujoncito para que la niña Mariola entrase en el Ramiro. Luego que buen resultado dió. No me recordaba por la cara ni por las notas (mejor), sí por la bici (me pasa en otros sitios y me gusta.
ResponderEliminarLástima que se haya ido sin percatarse de tus lápices...
ResponderEliminarInma.