La semana que viene me la tomo de vacaciones en mi empleo por cuenta ajena para atender mis intereses como trabajador en régimen de autónomos.
¿Dejo todo atado y bien atado? -me pregunto,
¡Por supuesto! -me repondo con ofendida soberbia mientras en mi memoria surge la foto de la entrada de un local por el que paso a menudo donde parece que también lo tienen todo controlado.
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