Ganas de quitar las ganas
Lo de los peces y el marisco nadando en el escaparate-corredor de la muerte, esperando ser elegidos y posteriormente devorados no me gusta un pelo, pero esta cabeza de cerdo tocada con gafas de sol y espumillón prenavideño, debería ser causa suficiente para llevar a los autores ante los tribunales de lo penal.
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