Antes de caer la sensación de invierno en Madrid con todo el peso de sus madrugadas negras, que tardan una eternidad en levantar, y sus tardes efímeras que se tiñen de noche antes de la seis, estos amigos combatían el estrés de la capital
interpretando sabiamente el sentido de una tarde de domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario