viernes, 6 de noviembre de 2009

Algo pasa con Mary


Bajaba deprisa por el Paseo de la Esperanza (contento con botas nuevas) cuando ví a Camerón Díaz dentro de un coche con la cara de agobio del que está mal aparcado, vigilando por si aparece el controlador de la ORA para balbucir unas torpes excusas.
Por un momento pensé que el olor a cuero nuevo me había colocado.

1 comentario:

  1. El efecto es cachondo, no lo niego, pero a mí esta tía... puf, me deja fría (claro, que no debe ser a mí a quien pretende calentar). Es que desde que la vi con aquel mechón, no sé qué me da. Prefiero a la Johanson. Por cierto, pedazo de fotón en anuncio de Mango este mes. Irreconocible.

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