martes, 12 de octubre de 2010
Me crucé realmente
Fiel al compromiso adquirido conmigo mismo de ser testigo presencial del mayor número posible de convocatorias al aire libre en Madrid, encamino mis ruedas hacia la Castellana cuando por el rabillo del ojo izquierdo veo el coche de los Reyes en sentido Sur (¿habrán escapado del Museo de Cera?). Me temo que llego al humo de las velas, pero no es tanto esa rebeldía de "Cuando la fiesta nacional yo me quede en la cama igual que la música militar nunca me supo levantar" sino que salvo incendio o lluvia de billetes de 50 €urazos no encuentro acicate suficiente para madrugar en festivo ya sea una love o una military parade.
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La señora de la izquierda, la del brazo en alto , parece querer volver a los tiempos en que el Caudillo celebraba sus desfiles en fechas con mayor calorcito.
ResponderEliminarSí que se le ve el plumero, sí
ResponderEliminar¡Uf, por Dios, qué tufos! Lo mejor de todo esto es el enlace a Loquillo, sin duda.
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