Tengo una azada en el corazón
Pulvis eris et in pulverem reverteris, que dice mi madre y que viene atraducirse en que te vas a quedar hecho polvo. Así que mientras vuelve nuestra representación preolímpica de Copenhague, yo y algún otro, vamos a seguir reuniendo eurazos para pagar el ibi (y eso que no soy propietario) y el impuesto de la basura.
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