lunes, 23 de agosto de 2010

Preguntas capciosas

Va uno a doblar la esquina como pez por el agua con la cabeza despejada de pelos y malos pensamientos cuando ¡Zas!, se encuentra de bruces con la preguntita de marras y a partir de ahí te queda un mal asunto repicando como cuando respiras pensado en el proceso y no lo haces de forma mecánica y es una gaita porque te ahogas...¡No pregunte tanto!, ¡Cotilla!

3 comentarios:

  1. Cuando te da tanto que pensar y hasta te cabrea la pregunta... algo pasa. A lo mejor simplemente tienen la solución. Lo que no queda claro es a quién contestar. ¿Otra vez el chamán africano?

    ResponderEliminar
  2. Me refiero a la dulce inopia esa en la que te decían siempre que estabas de pequeño

    ResponderEliminar