martes, 11 de agosto de 2009

¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido...


Esto es campo amarillo del verano 2007, al pie de las rocas que coronan el Pico de la Pala en Miraflores de la Sierra. Desde mi punto de vista (humilde como señalaba mi padre) es la sensación más auténtica de verano en todo lo bueno que tiene.

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