Preguntas capciosas
Va uno a doblar la esquina como pez por el agua con la cabeza despejada de pelos y malos pensamientos cuando ¡Zas!, se encuentra de bruces con la preguntita de marras y a partir de ahí te queda un mal asunto repicando como cuando respiras pensado en el proceso y no lo haces de forma mecánica y es una gaita porque te ahogas...¡No pregunte tanto!, ¡Cotilla!
Cuando te da tanto que pensar y hasta te cabrea la pregunta... algo pasa. A lo mejor simplemente tienen la solución. Lo que no queda claro es a quién contestar. ¿Otra vez el chamán africano?
ResponderEliminarMe refiero a la dulce inopia esa en la que te decían siempre que estabas de pequeño
ResponderEliminares guanajuato??
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