viernes, 24 de diciembre de 2010

Reversión de la inversión en diversión

Como anécdota de base navideña cuenta mi hermano que en una ocasión que gestionó una sala para la fiesta de fin de año, a la hora de hacer la oferta pública "5.000 ptas con barra libre y cotillón" su socia, para ampliar el margen de beneficios, le matizaba que sólo barra libre y que para cotillón ya le ponían a él en la puerta de entrada. En lugar de ofenderse todavía se está riendo. Por cierto, las fiestas ahora son más económicas que cuando yo era fiesteciable.

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