miércoles, 21 de julio de 2010

Estrategia demencial, digo..comercial


En fin, todas las grandes ocasiones con sus celebraciones acordes, llevan aparejadas resacas más o menos traumáticas. El Mundial de Fútbol ha dejado a modo de promesas cumplidas infinidad de copas y estrellas tatuadas en brazos y piernas y adornos semiperpetuos en escaparates de lacerante mal gusto.

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